Pagina Principal

Para volver la pagina principal, hacer click AQUÍ

martes, 20 de julio de 2021

El cuidado de los adultos mayores


El cuidado de los adultos mayores
Las necesidades humanas básicas son diversas y en una situación de dependencia son los cuidadores los que deben hacer frente tanto a nivel psicológico como físico.

Cubrir las necesidades físicas implica tener que realizar una serie de actividades que no siempre resultan fáciles, especialmente si no disponemos de información sobre cómo hacerlo. No obstante, como norma general, diremos que es preciso evitar caer en la sobreprotección y permitir siempre que se pueda que la persona sea lo más autónoma posible.

¿Cómo estimular la autonomía y la autoestima?
Consejos para mantener la autonomía:
• Mantener el orden en la habitación de la persona a cuidar.
• Mantener un entorno cómodo y tranquilo, con buena iluminación y temperatura.
• Dejar al alcance de la persona los utensilios que pueda utilizar (pasta de dientes, peine...).
• Adaptar la casa a las necesidades de la persona a cuidar utilizando ayudas técnicas (asideros, elevadores...).

Actitudes hacia la persona dependiente:
Las actitudes y la forma de comportarse de familiares y cuidadores también influyen en el grado de autonomía de una persona.
Favorecer la autonomía de la persona atendida les beneficia también como cuidadores porque no tendrán tanta carga física y/o psicológica.
• Deje que la persona atendida haga cosas, aunque sean pocas y las haga con dificultad, lentamente o se equivoque. De lo contrario, cada vez esa persona realizará menos actividades, tendrá menos práctica y será más dependiente.
• No le recrimine ni riña si hace cosas mal y si toma iniciativas por su cuenta.
• Recompense con elogios cualquier actividad realizada de forma autónoma.
• Antes de iniciar la actividad explíquele lo que ha de hacer y cómo lo hará.
              
Medidas para mejorar su autoestima
• Permita que la persona dependiente tome decisiones acerca de cosas que le afecten.
• Consulte sus preferencias en todo tipo de tareas.
• Consiga que se sienta útil dándole tareas en la medida que sea posible (que colaboren en tareas del hogar, pídale consejo, comparta actividades...)
• Incentive a la persona dependiente a que se relacione con otras personas (vecinos, familiares de distintas edades, etc.)
• Salga a la calle con ella para que pueda tener contacto con el exterior.

¿Cómo estimular la movilidad?
La inmovilidad implica un riesgo para la integridad de la persona, tanto a nivel físico como psicológico.
La inmovilidad es la causa de muchos problemas sistémicos como la flebitis, el restriñimiento, el insomnio, las infecciones respiratorias, entre otros.
Uno de los sistemas más afectados es el sistema músculo-esquelético donde aparecen atrofias, rigidez y dolores que comportan inmovilidad y, en consecuencia, posibles problemas cutáneos.

Medidas de prevención de la inmovilidad:
1. Cambios posturales: Cambie de posición a la persona cada dos o tres horas con ayuda de almohadas para disminuir la presión en las prominencias óseas.
2. Utilizar dispositivos: Ayudarán a aliviar la presión y a prevenir problemas cutáneos (almohadas, taloneras, almohadas de agua, aire látex o silicona).
3. Cuidado de la piel: Mantenga la piel limpia y seca y garantice una hidratación a través de la ingesta hídrica correcta y la aplicación de cremas hidratantes, evitando la ropa ajustada y las arrugas en la ropa de cama. Preste especial atención a las zonas húmedas del cuerpo: pliegue ínter glúteo, sacro, axilas e ingles.
4. Ejercicios físicos: Es muy importante que cualquier ejercicio físico se realice por indicación de un profesional de la salud.

Existen dos tipos de ejercicios:
• Ejercicios activos: son los que puede  realizar la persona por sí misma. Como cuidadores, deberéis estimularle para que los realice.
• Ejercicios pasivos: son los que precisan de la ayuda del cuidador. Los ejercicios les ayudarán a mantener la movilidad y evitar la rigidez, y es necesario que los hagáis con suavidad, sin provocar dolor.

Consejos en la manipulación de personas dependientes
• Asegúrese de que la movilización no esté contraindicada.
• Explique a la persona el movimiento que va a hacerle.
• Preste atención a las sondas y drenajes antes de iniciar la movilización.
• Mueva a la persona de forma suave evitando movimientos bruscos.
• Al mover a personas dependientes, sea consciente de que como cuidador está expuesto a sufrir lesiones que podrá evitar siguiendo estos otros consejos:
· Mantenga siempre la espalda erguida.
· Flexione las piernas y no la columna al levantar o movilizar peso.
· Separe los pies para tener más estabilidad.
· Contraiga la musculatura de los glúteos y abdomen antes de iniciar el esfuerzo.
· Busque soportes y asideros seguros.
· Empujar es mejor que estirar.
· Trabaje con la altura adecuada al nivel de las caderas.
· Tenga cerca del cuerpo la carga a coger.

Si debe moverse entre dos personas,
• Es necesario que se pongan de acuerdo (una dirige y da las órdenes).
• No olvide que si la persona atendida puede colaborar en la movilización, entonces pídaselo. Así será más autónoma.
• Si la persona es muy dependiente y dispone de medios como grúas, utilícelas, ya que le facilitará mucho su trabajo.
              
Higiene
Consejos a la hora de lavar a la persona dependiente
• Fomente su autonomía:
Si la persona dependiente puede realizar total o parcialmente su propia higiene, que lo haga ella sola. De esta forma fomentará su autonomía.
• Garantice su intimidad:
Intente que la persona se sienta respetada y, por lo tanto, respete su intimidad.
• Garantice su seguridad:
No debe dejarla sola en el cuarto de baño, evite el uso de cerrojos y evite también que camine mojada. Piense en realizar adaptaciones con ayudas técnicas (sillas de baño, asideros de ducha...)
• Respete los gustos y preferencias con relación a su aspecto personal siempre que sea posible (peinado, maquillaje...)
• Cree un ambiente adecuado (la temperatura deberá ser de unos 25º, evitad corrientes de aire...). Instalar un termómetro le ayudará.
• Tenga a mano todo lo que se pueda necesitar (peine, palangana, toallas, jabón, tijeras, crema hidratante...).
• Convierta la higiene diaria en una rutina. Es una actividad ineludible y no negociable. La mejor manera de crear esta rutina es hacerlo siempre a la misma hora, de la misma forma y con la ayuda de la misma persona.
• Momento de observación del estado de la piel.

¿Cómo realizar una higiene asistida?
Seguiremos siempre el mismo orden con el objetivo de no olvidar ninguna parte del cuerpo y empezaremos por las partes más limpias dirigiéndonos hacia las partes más sucias.
1. Higiene de los ojos, oídos, resto de la cara, vías nasales, cuello, cavidad bucal y dientes Ojos: Coja una toalla mojada por una esquina y limpie suavemente desde el exterior hacia el interior del ojo. Es un buen momento para comprobar el estado de las conjuntivas (parte blanca del ojo), ya que un enrojecimiento podría ser un signo de infección.
Oídos: Moje otra esquina y continúe por los oídos. Basta con limpiar bien el pabellón auricular, no usaremos bastoncillos.
Resto de la cara y cuello: Pasaremos una toalla mojada por el resto de la cara (procurando mantener las vías nasales permeables en el aire, extrayendo restos de mucosidad) y por el cuello. Secaremos a medida que lavamos.
Boca: Revisaremos la cavidad bucal (interior de la boca) para vigilar la aparición de caries y flemones, así como el estado de la mucosa y las encías.
Si la persona se puede cepillar los dientes ella sola, facilitaremos que pueda hacerlo después de cada comida. Los dientes deben cepillarse y, si no es posible, se limpiarán con una gasa con colutorio.
Si la persona utiliza prótesis dental debe cepillarse los dientes como mínimo una vez al día y, cuando no se utiliza, es preciso mantenerla sumergida en una solución antiséptica.
Los labios deben estar hidratados y utilizar bálsamo labial siempre que sea necesario.
Si la persona puede colaborar, la sentaremos delante del lavabo y le facilitaremos todo lo que precise para poder limpiarse.


2. Brazos y manos

Para limpiar manos y uñas, las sumergiremos en una palangana.

Las uñas deben cortarse en redondo. A continuación, mojaremos la esponja y limpiaremos, enjuagaremos y secaremos brazos y axilas. Es necesario prestar especial cuidado en secar las axilas y aplicar desodorantes no alcohólicos.
3. Tórax y abdomen
Vigilar la higiene y secar bien los pliegues mamarios, ya que la humedad favorece la aparición de hongos e irritaciones.
4. Piernas y pies
Limpiamos, enjuagamos y secamos las piernas, prestando especial cuidado en secar bien los espacios interdigitales.
Es conveniente observar el estado de la piel de los talones y otras prominencias óseas.
Cortaremos las uñas siempre rectas, utilizando cortaúñas o tijeras adecuadas.
Si las uñas son muy gruesas, deberá cortarlas el podólogo.
Si la piel está reseca, aplicaremos crema hidratante.

5. Espalda y glúteo
Ayudaremos a la persona a colocarse de lado para poder lavar la parte posterior del cuerpo. Si no se aguanta bien, nos ayudaremos de almohadas para calzar el cuerpo.
Repita el mismo procedimiento por toda la espalda, glúteo y zona perianal, vigilando la aparición de puntos de presión e hidratando, si es necesario.
6. Genitales
Colocaremos la bacineta o empapador para no mojar la cama, separaremos las piernas y vertemos el agua mediante una jarra (primero jabonosa y después agua normal) y, a continuación, secaremos con cuidado de arriba a abajo. En el caso de los hombres, es muy importante retirar la piel del prepucio para poder limpiar bien.
7. Cabello
Es necesario mantener el cabello limpio, peinándolo cada día y, si es posible, lavándolo.
En la cama, si no disponemos de un dispositivo especial para esta tarea, lo haremos de la siguiente manera:
Colocaremos la cabeza de la persona cerca de uno de los laterales de la cama sobre un plástico, dejaremos un cubo en el suelo y con sumo cuidado, iremos vertiendo el agua con la jarra sobre la cabeza, enjabonaremos y posteriormente enjuagaremos.
Finalmente, secaremos el cabello con una toalla y posteriormente con un secador.
Los cabellos deben cortarse según las costumbres de cada persona, pero en caso de estar en cama, es conveniente un corte que favorezca la higiene.
                
Consejos de higiene de la cama y el entorno
La cama
• Si la cama no está bien hecha, provocaremos un malestar y en ocasiones, puede ser la causa de llagas e irritaciones en la piel.
• Debe hacerse la cama dos veces al día para evitar arrugas en las sábanas.
• Si la persona se puede levantar de la cama, pídaselo para que así también se mueva, y si puede ayudar a hacer la cama, es preciso que colabore.
• Pase la persona hacia un lado, haremos la cama desde el lado contrario y viceversa.
• Si existe incontinencia podemos utilizar protectores de colchón o travesaños, de ropa o de papel, para evitar que se estropee el colchón o coja mal olor.

Alimentación
La alimentación diaria:
Una ración es la cantidad media de alimento que cabe en un plato.
A título orientativo, una dieta equilibrada contiene las siguientes raciones de alimentados repartidas en cinco o seis comidas poco abundantes, evitando períodos largos de ayuno o comidas muy copiosas:
• 2-3 raciones de Lácteos
• 2 raciones de proteínas (no necesariamente debe ser carne, pueden ser huevos o pescado, o incluso alguna ración puede sustituirse por legumbres)
• 2 veces por semana de legumbres
• 2 raciones de verdura, 1 de ellas cruda
• 2 raciones de fruta
• 3-4 raciones de hidratos de carbono (patatas, arroz, pasta o pan)
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 2 litros de agua

Consejos de preparación de los alimentos
• Evitar consumir alimentos demasiado procesados o condimentados, conservas y precocinados.
• Vigilar el consumo de grasas, azúcar y sal, sin ser restrictivos. Para evitar el exceso de grasa en la dieta evitaremos lácteos como la nata y la mantequilla, los embutidos, las vísceras, y extraeremos la parte grasa de la carne.
• Las formas de cocción más sanas son: a la plancha, hervido, al horno o a la papillotte.
• El consumo de fruta procesada (por ejemplo: en almíbar) tomándola natural, moderar el consumo de dulces y utilizar edulcorantes artificiales.
Aspectos que influyen en la alimentación
1. Respete los gustos y preferencias de la persona siempre que su patología así lo permita, siguiendo las pautas dietéticas del equipo de salud.
2. Dificultad de masticación: Es necesario que ajuste la textura de la comida a las necesidades del paciente, incentivando la masticación siempre que sea posible.
3. Dificultades de deglución: La dificultad para tragar también suele ser causa para acabar triturando la comida (exceptuando si la persona es consciente de ello y mastique muy bien los alimentos).

En dichos casos es importante:
Asegurar la consistencia adecuada de la dieta.
• Los alimentos y bebidas deben formar una masa suave y uniforme para evitar que se dispersen por la boca.
• Si espesa la comida con harina de trigo, puré de patata o yema de huevo, tenga en cuenta que además está aumentando el valor calórico. Esto puede ser interesante en personas que comen poco pero puede resultar contraproducente en caso de sobrepeso.
• En la farmacia venden espesantes que no aumentan el valor calórico son de sabor neutro y a diferencia de la gelatina, espesan también los líquidos y alimentos calientes.
• Si come poco, enriquezca los platos utilizando leche, quesitos, nata fresca, mayonesa, aceite, azúcar, huevos... utilice purés y farinetas para adultos.
• Evite los alimentos pegajosos y que puedan dispersarse por la boca, como las galletas.
• No incluya distintas consistencias en un mismo plato, ya que pueden confundir y generar rechazo.
• Los sabores ácidos estimulan el reflejo de la deglución.
• Los helados son una base de proteínas e hidratos de carbono y son muy agradables de comer.
4. Recomendaciones posturales y del entorno durante la comida:
• Siéntese a mesa siempre que sea posible.
• Evite distracciones como la televisión, niños jugando en la sala...
• Evite que gire la cabeza cuando se le dé la comida.
• Antes de tragar, inclínele levemente la cabeza hacia delante y que coja aire.
• Pídale que coma lentamente. Deje suficiente tiempo entre cucharada y cucharada.
• Coja poca cantidad en cada cucharada (el tamaño óptimo es el de una cucharilla de postres).
• Evite acostarlo inmediatamente después de la comida.
• Después de comer es importante realizar la higiene bucal.
• Si se trata de una persona de digestiones lentas, será importante hacerle comidas ligeras y tomar una serie de medidas posturales:
· No ir a la cama ni tumbarse justo después de acabar de comer.
· Si es posible, es conveniente hacer un breve paseo, aunque sea dentro de casa.
· Si la persona está en cama, dejaremos un rato la cabecera elevada.

Condiciones del entorno
• Explicar lo que se comerá y en qué orden.
• Crear un ambiente distendido, tranquilo y sin prisas.
• Estar sentado siempre que sea posible. En el caso de personas que estén en cama, procuraremos que las horas que estén en sedestación, coincidan con alguna de las comidas importantes del día.

Utensilios
• Los platos deben situarse delante de la persona para que pueda llegar fácilmente al vaso, a los cubiertos y a todo lo que pueda necesitar durante la comida.
• En el mercado existen vasos, platos y cubiertos adaptados a distintos problemas, pero también podemos buscar soluciones caseras, como por ejemplo, engrosar un cubierto con espuma y cinta adhesiva para facilitar su utilización.
• Suministre utensilios para realizar la higiene bucal después de cada comida.

Cómo preparar y presentar los alimentos
• La alimentación debe seguir siendo una fuente de placer y, por tanto, es necesario una buena preparación y una presentación agradable.
• No llene demasiado los platos ni fuerce a la persona a que se lo acabe.
• No mezcle los medicamentos con los alimentos siempre que sea posible.
• Los alimentos deben tener una presentación final (la textura) adecuada a las características de la persona. Así pues, deben evitarse los purés y los alimentos triturados cuando se pueda masticar. Si deben triturarse, evite triturar el primer y el segundo plato juntos, que los tome por separado.
• Potencie el gusto de los platos añadiendo pequeñas dosis de ingredientes con mucho sabor (hierbas frescas, especias, zumos de fruta).
• Añada salsa de soja, salsa de tomate o caramelo líquido para dar un toque de color.
• Utilice moldes, una cuchara para hacer bolas de helado o una manga pastelera para dar forma a los triturados.
• Sirva los platos a una temperatura adecuada.
• Varíe a menudo los alimentos para evitar la monotonía.

Manipulación de los alimentos
• Evite adquirir alimentos que no cumplan los requisitos legales.
• Cueza bien los alimentos.
• Es necesario consumir los alimentos cocinados lo antes posible.
• Guarde con sumo cuidado los alimentos cocinados.
• Recaliente bien los alimentos cocinados.
• Evite el contacto entre los alimentos crudos y los alimentos cocinados.
• Lávese las manos con frecuencia.
• Mantenga bien limpias todas las superficies de la cocina.
• Mantenga los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales.
• Utilice agua potable.

Eliminación
Los problemas más frecuentes y que por tanto exigirán más atención por parte del cuidador son:
Incontinencia urinaria y fecal
Definición:
Es la emisión involuntaria de orina o heces y puede tener diversos grados de gravedad, desde la ausencia total de control hasta pequeñas pérdidas ocasionadas por esfuerzos (como por ejemplo toser o estornudar), pasando por tener una sensación continua de orinar, pero con escasa micción o no llegar a tiempo al water.

Medidas de control de la incontinencia:
• Procure que orine cada dos horas (aunque no tenga ganas).
• Durante la noche, déjele cerca un orinal o un orinal de botella.
Pídale que beba líquidos antes d • e salir a la calle o iniciar una actividad, de esta forma las ganas de orinar aparecerán cuando la actividad haya finalizado.
• Si debe llevar compresas, pañales o colectores, porque todos los procedimientos mencionados no funcionan, seguiremos las pautas siguientes:
· Procure que beba la misma cantidad de líquidos, ya que reducirla no mejora la incontinencia.
· Sea muy estricto con la higiene para evitar infecciones, porque el riesgo va en aumento. Una higiene correcta también ayuda a evitar complicaciones como el mal olor o la irritación de la piel.
· Consulte al equipo de salud si aparecen irritaciones o si tiene dudas acerca de cuál es el dispositivo a utilizar.
Manipulación del sondaje vesical
El sondaje vesical suele utilizarse en todos aquellos procesos que acaban produciendo retención de orina o para controlar la piel en caso de úlceras importantes.
Su prescripción y colocación siempre corre a cargo del personal sanitario pero en el domicilio, el cuidador deberá velar por el correcto funcionamiento:
• Manteniendo la ingesta hídrica.
• Evitando que la sonda esté tensa o se doble.
• La bolsa de recogida debe quedar más baja que la zona abdominal, para evitar el reflujo.
• Sólo debe abrirse el circuito de paso en caso de tener que cambiar de bolsa de diuresis y la manipulación debe hacerla extremando las medidas higiénicas.
• Mantenga una buena higiene genital.
• Será necesario consultar al equipo sanitario si se produce alguna de estas situaciones: fiebre, cambios de color o cantidad en la orina, expulsión de la sonda, sangrado o ausencia de producción de orina.

 Diarrea
Definición:
Presencia de heces líquidas o más de 3 ó 4 deposiciones al día.
Medidas de control:
• Alimentación: interrumpa la alimentación sólida y ofrezca líquidos como el agua de arroz durante las primeras 24 horas. Vaya introduciendo poco a poco alimentos. Se puede empezar dando arroz, pan tostado, plátanos, manzana rallada... y cuando se hayan normalizado las deposiciones, se podrá volver a dar fruta, lácteos y verduras. Si transcurridas 24 horas la situación no mejora, consulte al médico.
Cambie los pañales en cada deposición y mantenga la zona perianal limpia e hidratada.

Estreñimiento
Definición:
Heces duras o menos frecuentes de lo habitual.
Medidas de control:
• La alimentación: deberá ser rica en fibra y garantizando una ingesta de agua adecuada, evitando los cereales refinados y los alimentos astringentes como la zanahoria y el arroz.
• Hábitos recomendables:
· Posición: siente a la persona en el water si es posible, ya que es más fácil defecar en esta posición que con la bacineta en la cama. Una banqueta en los pies mientras se está sentado en el water también puede ser de ayuda.
· Mantenga un horario regular para ir al baño.
· Garantice intimidad.
· Aumente la actividad y el movimiento en la medida en que sea posible.
· Pídale que beba líquidos calientes en ayunas, ya que esto ayuda a la movilidad intestinal.
Autor: Clic Aquí.

lunes, 19 de julio de 2021

Pañales para adultos: ¿Cuándo empezar a usarlos?

Pañales para adultos: ¿Cuándo empezar a usarlos?

 El proceso de envejecimiento es una situación difícil tanto para los ancianos como para sus familiares, y uno de los problemas más frecuentes a los que se enfrentan las personas de edad avanzada es la incontinencia de la vejiga y/o también la incontinencia intestinal.

En la mayoría de los casos, la incontinencia supone un tema tabú para los ancianos, del que se niegan a hablar por tratarse de un problema muy personal para ellos. Es por este motivo que los familiares y cuidadores deberán afrontar con naturalidad esta situación y hacer entender al anciano que no es responsable de la incontinencia y que esta debe ser tratada de forma digna para que la persona afectada conserve su calidad de vida y tenga la máxima comodidad. 

Factores que causan la incontinencia

La pérdida del control de la vejiga es muy frecuente, especialmente entre las mujeres. En las mujeres, la incontinencia se produce a lo largo de toda su vida debido al embarazo, al parto y a la menopausia. En estos casos los problemas de incontinencia no se limitan a edades avanzadas sino que pueden aparecer en otros momentos de la vida de la mujer.

No obstante, cuando el control de los esfínteres se debe a un problema de desgaste de la musculatura en el útero o la vejiga, es posible tonificar la zona y recuperar cierto control en el escape de orina mediante la práctica de ejercicios Kegel. Estos ejercicios consisten en la contracción y relajación de los músculos ubicados en el suelo pélvico que se encargan de regular el flujo de la orina.

En el caso de los ancianos, la incontinencia afecta a ambos sexos por igual. La causa más frecuente de la incontinencia en la vejez se debe a la debilidad de la vejiga y a la dificultad que tienen los ancianos para controlar la musculatura pélvica, que ya ha perdido por completo el tono y cuyo funcionamiento óptimo es irrecuperable. Ello implica que les resulta muy difícil controlar la expulsión de la orina y les obliga a emplear soluciones como los pañales para adultos que eviten que esta expulsión incontrolada de los fluidos corporales se convierta en un problema para el desarrollo de sus rutinas.

 ¿Cuándo deben empezar a usar los pañales para adultos?

Los pañales para adultos, son la mejor solución a la hora de abordar el problema de la incontinencia. Es recomendable, que desde el momento en que el anciano no pueda controlar su vejiga, hay que hablar claramente con él o ella y aconsejarle el uso de un pañal para adulto que le evite tener pérdidas durante el día o mojar la cama durante la noche. Es normal que inicialmente el anciano se resista a usar pañales, sin embargo debemos intentar de convencerle hablándoles sobre los beneficios que tiene el uso de pañal para adultos.

 Ventajas de usar pañales para adultos

  • Comodidad, el pañal para adultos evita la incomodidad que siente el anciano cuando se producen las fugas de la vejiga y manchas en su ropa.
  • Menos estrés, los pañales de adultos evitan la preocupación por las manchas en la ropa y la ansiedad de buscar constantemente un baño cercano cuando se producen las fugas.
  • La mayoría de los pañales para adultos son muy delgados y absorbentes, por lo que no se notan debajo de la ropa.
  • Los pañales para personas mayores generalmente se quitan de la misma manera que la ropa interior, por lo que son fáciles de usar y cambiar.

 

Desventajas del uso de pañales en personas mayores

  • La no aceptación del problema de incontinencia conlleva a la no aceptación de la necesidad de emplear este tipo de artículos de higiene.
  • Sensación de inseguridad al caminar o al moverse como consecuencia de una circunstancia que a las personas mayores les resulta nueva.
  • Falta de adaptación a las limitaciones de control de los esfínteres que obligan al empleo de pañales en adultos mayores.
  • Problemas de índole emocional. Para una persona adulta, empezar a utilizar pañales puede ser interpretado como un retroceso en sus funciones básicas.

¿Cómo actuar cuando una persona mayor no quiere utilizar pañales?

A pesar de las innumerables ventajas y mejoras que el uso del pañal llevará a la vida de las personas mayores que los necesiten, lo cierto es que se trata de un cambio muy importante en sus rutinas y no siempre tiene una buena aceptación.

Mientras que para los cuidadores o los familiares el pañal es un elemento de higiene íntima que garantiza la comodidad y el bienestar de los ancianos con incontinencia, para ellos puede tener un carácter simbólico: es la representación de una nueva etapa en sus vidas dominada por la pérdida del control sobre determinadas funciones de su cuerpo.

No es de extrañar que el uso de pañales para adultos pueda representar en sus inicios un punto conflictivo entre la cuidadora y la persona dependiente. Por eso es muy necesario abordar la situación con normalidad, ofrecer apoyo no sólo físico sino emocional al paciente y desarrollar una buena técnica de limpieza y cambio de pañales para asegurarse de que este momento resulta lo menos traumático posible.

Superado ese primer obstáculo, las personas mayores que necesitan pañales se dan cuenta de las ventajas, la libertad y la seguridad que estos elementos de higiene les proporcionan.

 De los prejuicios iniciales se pasa a un nuevo concepto del pañal y se asume con mejor ánimo, ya que gracias a él, resulta posible continuar con una vida normal y sin limitaciones.

 Tipos de pañales para ancianos

Existen dos tipos básicos de pañales incontinencia urinaria para ancianos: el pañal anatómico y el pañal elástico.

  • El pañal anatómico es de talla única y se ajusta perfectamente a cada persona mediante sus tiras adhesivas. Este tipo de pañal es adecuado para personas con dificultad de movilidad o con incontinencia severa.
  • El pañal elástico se presenta en diferentes tallas (pequeña, mediana y grande). Es el adecuado para personas que conservan la movilidad o tienen incontinencia leve a moderada.

Tanto los pañales anatómicos como elásticos se dividen, a su vez, en otras tres categorías en función de su capacidad de absorción: para el día (600 cc), para la noche (900 cc), y los pañales de máxima absorción (1200 cc). Con el fin de evitar la irritación de la piel se recomienda el cambio de pañales con frecuencia, así como mantener la piel siempre limpia e hidratada. 

Cómo cambiar pañales en personas mayores

El cambio de pañales en ancianos debe realizarse según las necesidades concretas de cada caso, pero a lo largo del día se aconseja cambiar el pañal al menos cada tres o cuatro horas. Durante la noche puede dejarse ocho horas, salvo que el anciano se quite el pañal por la noche y tengamos que sustituirlo.

El cambio de pañales en ancianos es similar al cambio de pañales de los bebés. Sin embargo, en este caso la tarea puede tener mayor dificultad debido a la falta de movilidad del anciano, a su peso y tamaño. 

 Te aconsejamos los siguientes pasos:

Cambio de pañales en adultos encamados

1. Para cambiar el pañal de una persona mayor comienza por colocarte un par guantes de látex limpios que se adapten perfectamente al tamaño de tu mano. 

2. Ten a mano el pañal limpio que vas a colocar, toallitas húmedas, una almohadilla de cama para colocarla bajo el anciano e impedir que se manche la cama, así como polvos de talco o crema hidratante para limpiar al adulto antes de colocar el pañal nuevo. Procura tener todos estos objetos lo más próximos posible, de forma que no tengas que dejar solo al anciano a mitad del cambio de pañal para ir a buscar algo que hayas olvidado. 

3. Afloja las lengüetas del pañal nuevo y mueve suavemente al paciente hasta que esté de lado sobre la cama. Si necesita ayuda, coloca tus manos sobre sus caderas y muévelo suavemente hasta que se ponga de costado. Ayúdalo a que tire de sus rodillas hacia su pecho.

4. Coloca una almohadilla de cama limpia sobre las sábanas, a lo largo de la parte posterior del paciente, para evitar ensuciar las sábanas durante el cambio de pañal.

5. Retira el pañal sucio suavemente de entre las piernas del anciano, enróllalo y tíralo a la basura.

6. Limpia los genitales, la parte inferior, los muslos y cualquier zona de la piel manchada del anciano, limpiando siempre desde adelante hacia atrás con una toallita húmeda. Seguidamente seca muy bien la piel y aplica talco o crema hidratante.

7.    Guía al anciano para que se gire sobre el otro lado con el fin de que puedas completar el proceso de limpieza sobre toda la zona. Utiliza otra toallita limpia para limpiar las áreas a las que no habías podido llegar anteriormente y repite el proceso de secar la piel y aplicar talco o crema hidratante. 

8. Cuando apliques el talco o la crema hidratante sobre las zonas irritadas o enrojecidas del anciano ten cuidado de aplicar una capa muy fina, ya que demasiada crema hidratante o polvos de talco puede provocar un exceso de humedad y causar una erupción en el anciano cuando coloques el pañal nuevo.

9. Despliegue el pañal limpio y colócalo entre las piernas del anciano. Asegúrate de que el pañal quede liso y que no tenga arrugas ya que un pañal arrugado puede rozar la piel del anciano y llegar a producir irritación o llagas.

10.Ayude al paciente a girar sobre su espalda y tira del pañal, alisándolo de nuevo. Ajusta las lengüetas del pañal alrededor de la cintura del anciano y comprueba que el pañal está bien ajustado. Para ello, tira suavemente de los lados del pañal y asegúrate de que no se suelta cuando el adulto se mueva.

11.Para finalizar, quítate los guantes y lávate bien las manos con agua tibia y jabón. Asegúrate siempre de que la persona mayor tenga un amplio suministro de los pañales que necesita y en el tamaño correcto. 

 Cambio de pañales en adultos con cierta movilidad

Muchos adultos mayores gozan de la suficiente autonomía como para efectuar el cambio de pañal sin ayuda de nadie. En otros casos, es posible que no cuente con las suficientes capacidades de coordinación para realizar este cambio, pero sí con la suficiente fuerza y equilibrio como para que no sea imprescindible acostarse en una cama.

Esto facilita en gran modo la tarea del cuidador, que podrá llevar a cabo el cambio de pañal y la limpieza de la zona de un modo mucho más rápido. Los pasos a seguir son los mismos que en el caso del cambio de pañal en personas encamadas, solo que, debido a las características de la posición, el proceso se suele completar con mayor agilidad y con menores inconvenientes tanto para el cuidador como para la persona que recibe asistencia.

Esta técnica para el cambio de pañal es útil tanto con pañales anatómicos como con pañales elásticos. Basta con que el adulto pueda mantenerse en pie durante unos minutos y que el cuidador tenga la experiencia necesaria para actuar con rapidez. El procedimiento es el siguiente:

1. Escoger una ubicación adecuada para que la persona mayor pueda sentirse cómoda y segura, preferiblemente con algún elemento cercano en el que apoyarse o sujetarse.

2. Protegerse con guantes para no tener contacto con los fluidos del pañal.

3. Tener preparado el pañal que se vaya a emplear en el cambio, de la medida correcta y estirado para facilitar su correcta colocación.

4. Retirar el pañal usado y depositarlo en la papelera destinada a este tipo de residuos.

5. Pedir a la persona atendida que abra o flexione ligeramente las piernas para efectuar una limpieza genital óptima siguiendo las mismas indicaciones que en el caso del cambio de pañales en personas encamadas.

6. Colocar el nuevo pañal tirando bien hacia arriba para garantizar su buena posición. En caso necesario, el adulto puede sujetar la parte trasera del pañal mientras el cuidador se asegura de ajustar correctamente la parte delantera.

 Comprar pañales para adultos

Antes de comprar pañales para la tercera edad, asegúrate de cuál es el modelo y el tamaño indicado para el anciano, ya que si los pañales para adultos son demasiado grandes o demasiado pequeños pueden causar problemas en la piel. 

Aquí te ponemos un cuadro que te ayudará a saber con exactitud la talla de pañal Mimlot que necesita tu paciente:

Lo habitual es que tarde o temprano los pañales terminen convirtiéndose en un elemento habitual del día a día de las personas mayores. Los familiares y los cuidadores deberán estar pendientes de las necesidades de estas ya que la incontinencia es con frecuencia un tema tabú para los ancianos y es probable que intenten retrasar a toda costa el uso del pañal. Estar preparados para abordar el tema con naturalidad y actuar en consecuencia es una garantía de éxito a la hora de afrontar este importante cambio.

domingo, 18 de julio de 2021

LAS IRRITACIONES EN LOS ADULTOS MAYORES

¿Cómo prevenir la pañalitis en personas con movilidad reducida?

Una problemática que pocas veces se toma en consideración.

La pañalitis es un tipo de inflamación o reacción en la piel causado por distintos factores, que pueden ser internos o externos. Específicamente se desarrolla en la zona que ocupa el pañal: la entrepierna, los genitales y en los glúteos. 

Esta afección en la piel está relacionada con los pañales húmedos, o que se cambian con poca frecuencia; la sensibilidad y el roce de la piel con el pañal.

Generalmente la pañalitis está asociada a los bebés; sin embargo, en el caso de los adultos mayores o personas que padecen de movilidad reducida, y por tanto incontinencia, el uso de pañales los deja expuestos a padecer esta irritación. 

En el caso de los adultos, la pañalitis se ve relacionada con una serie de factores que irritan la piel y producen alteraciones en la superficie, del mismo modo que ocurre con los bebés.

La mejor manera de prevenir la dermatitis del pañal, es manteniendo la zona limpia y seca. 

Hay algunas estrategias simples que ayudan a disminuir la probabilidad de padecerla; en principio, es importante cambiar los pañales con frecuencia, para evitar que la piel esté demasiado tiempo en contacto con la humedad y los desechos.

En cada cambio debes lavar la zona con agua tibia, también puedes limpiar la zona con algodón o toallitas húmedas. 

En el caso de las toallitas húmedas, es importante utilizar las que no contienen alcohol o perfumes, para secar la piel, debes hacerlo de manera delicada, sin rozar bruscamente, porque de esta manera la piel se estaría irritando mucho más.

Finalmente, es importante no colocar los pañales demasiado ajustados, de manera que permita la circulación de aire por la zona. El uso regular de ungüentos o cremas especialmente formuladas para la pañalitis, ayudan a mantener la zona humectada y a prevenir estas dolorosas irritaciones.  

A continuación te mostramos algunas opciones que te ayudan a prevenir la pañalitis en personas con movilidad reducida.

Crema Desitin de máxima potencia. 

Contiene el máximo nivel de óxido de zinc, que forma una barrera protectora de inmediato para ayudar a sanar y aliviar las molestias producidas por la dermatitis del pañal.

Es tan efectiva al bloquear la humedad y los factores irritantes que, en muchos casos, la dermatitis del pañal empieza a desaparecer en cuestión de horas, además aporta a tu piel humectación y agentes emolientes. 

Viene en 2 presentaciones:
Desitin máximum strength (Potencia Máxima)
Desitin Rapid Relief (Alivio Rápido)

Prevención

Con todo lo mencionado anteriormente, lo mejor para evitar que el paciente sufra este mal, se tiene que hacer lo siguiente:

Cambiar los pañales varias veces al día: Al cambiar el pañal, tiene que estar ya húmedo o cuando la persona bota sus heces.

Limpiar la zona después de cambiar el pañal: Los genitales, todo lo que cubre el pañal se ensucia, así que toda esa zona tiene que ser limpiado completamente.

Colocar el pañal con los genitales secos: Procurar que todo lo que está cubierto por el pañal esté totalmente seco, así se previene la humedad causante de varios problemas.

Ponerle al anciano el pañal justo: No se puede colocar un pañal ni muy justo, ni muy grande tiene que ser de la talla correspondiente a las personas que lo va a utilizar.

Usar talco o ungüento: Si la persona que va a usar el pañal no es alérgica, se recomienda usar cremas, ungüentos o talco que contenga oxido de zinc para evitar la pañalitis.

Dejar la zona genital respirar un poco: Si no hace mucho frío dejar unos minutos expuesta la zona genital.

El cuidado de los adultos mayores

El cuidado de los adultos mayores Las necesidades humanas básicas son diversas y en una situación de dependencia son los cuidadores los qu...